Reconocer al Cucarrón de Mayo y entenderlo, hará la diferencia entre la vida o la muerte de perros de todas las razas, colores y tamaños.
Para muchos de nosotros como criadores, es de suma utilidad compartir las diferentes experiencias con el Cucarrón de Mayo.
Así podremos evitar al Cucarrón de Mayo, minimizando los posibles males y ayudarnos unos a otros para un mejor desarrollo de la actividad.
Crónica de una muerte evitable. Cucarrón de Mayo, un riesgo silencioso.
Hace unos buenos años, advertimos que Gayra, nuestra joven reproductora, al completar el destete de su tercera camada, dejó de comer por un día.
Este hecho de ninguna manera resultó extraño, ya que con alguna frecuencia puede ocurrir que un perro se encuentre inapetente.
Lo que nos alarmó fue que en la mañana siguiente no probó bocado alguno, aunque le hubieramos preparado su plato “preferido”.
Ella siempre tuvo un apetito voraz y una salud inquebrantable.
Nuestra preocupación se hizo mayor, sabiendo las grandes demandas alimentarias y de defensas de una perra en lactancia (inmunosupresión por lactancia).
Y aunque ya hubiera terminado este proceso, era muy delicado que una perra tan buena madre, cayera en un estado de inapetencia, porque se debilitaría fácilmente.
Sin perder tiempo, practicamos los pasos profilácticos del caso, sin saber del Cucarrón de Mayo:
- Tratamiento de la urgencia veterinaria,
- Aislamiento preventivo,
- Quietud y tranquilidad,
- Control sucesivo de la temperatura,
- Alimentación de dieta de tipo protección intestinal,
- Metronidazol,
- Plasil,
- Antiparasitario,
- Elevar las defensas, etc,)… pero todo fue infructuoso.
La perra entró en una barrena sin control entre vómitos y diarreas impresionantes, al quinto día su expresión nos llevó a prever lo peor.
El séptimo día, tristemente recluida en la Clínica veterinaria, falleció sin que nadie pudiera determinar con certeza total la causa real del mal que la aquejaba.
Era contundente para el veterinario, que se trató de un tema bacteriano de inusitada agresividad, que la perra toleró inicialmente, pero que se convirtió en un ataque masivo que recrudeció en los dos últimos días.
Pese a que se aplicaron todos los medicamentos, la perra no tuvo posibilidad de defenderse con su debilitado sistema inmune al terminar la lactancia.
Además no existía posibilidad de medicar, pues la alternativa parecía ser una «bomba antibiótica», pero a todas luces hubiera sido un recurso exagerado en un principio; los síntomas no iban más allá de un malestar digestivo común.
Además, al resultar ser un proceso tan degenerativo y veloz, no pudimos contraatacar con eficacia y a tiempo.
El Cucarrón de Mayo finalmente le causó, entre muchos dolores, necrosis de la flora intestinal y un colapso por septicemia generalizada, que le causó la muerte irremediablemente.
Al analizar con el veterinario las causas de este extraño mal, y mientras llevábamos a cabo la búsqueda de una curación urgente, nos informamos con los campesinos y habitantes de la zona.
Supimos de la muerte de algunos perros y animales de granja de la zona de La Calera en similares condiciones, aparentemente a manos de un pequeño insecto que abunda por estas épocas en los cultivos de papa, el cual tiene «solución» en el control biológico.
Es el llamado “Cucarrón de Mayo” o “Mayitos” y tal vez éste haya sido el portador del mal causante de la muerte de nuestra querida Gayra.
Los tratamientos biológicos para las plagas en los cultivos, han adoptado en su composición la utilización de algunas bacterias, como las del género xenorhabdus que penetran el sistema de los nemátodos y de los insectos voladores que dañan los cultivos.
Estos productos destruyen el sistema digestivo de los nemátodos o larvas causantes del daño a los tubérculos y de los cucarrones que se alimentan de su follaje.
Mi teoría:
Los perros se hacen verdaderos expertos en cazar estos insectos, los cazan y los consumen y con ello la posibilidad de un ataque bacteriano es completamente normal.
Los perros y animalitos de las fincas y casas de la sabana y sus alrededores algunas veces viven en condiciones normales sin extremos cuidados.
Así que el mal ataca sin tregua y muchos fallecen silenciosamente, sin el deseado diagnóstico profesional.
Un perro en plenitud de condiciones verá disminuida su capacidad defensiva, enfermará y perderá peso por un tiempo, pero con suerte y cuidados veterinarios posiblemente superará el impasse.
Pero para Gayra era una sentencia de muerte, pues aunque contó con todas las condiciones de salubridad y veterinarias, era víctima adicional de la inmuno-supresión por la post-lactancia.
El conocimiento empírico de los campesinos de la región responsabilizó siempre al cucarroncito, pero obviamente no existía ningún tipo de evidencia que pudiera certificar este hecho.
Ante la duda, continuamos con la investigación sin tregua, hasta dar con la respuesta científica y satisfactoria.
El Dr. José Jairo Torres, Médico Veterinario, propietario de ZOOSALUD, local comercial agropecuario ubicado en la vía a la Calera Km3, quien resultó ser un verdadero experto, pues por cerca de 10 años viendo y atendiendo casos similares.
El Dr. Torres, ha estudiado hasta el cansancio en el tema.
Ha sido investigador permanente de los ciclos reproductivos y evolutivos de este animalito. Buscador sin descanso de una cura definitiva para el mal, que garantice la calidad de vida de las mascotas y familias de la zonas de Bogotá y sus alrededores.
Curiosamente, el Dr. Torres había publicado recientemente el artículo que transcribimos a continuación, un documento corto y muy útil sobre el tema y de inmediato nos lo facilitó para para beneficio de los lectores.
GASTROENTEROHEPATOPATIA POR MANOPUS BIGUTTATUS GEHMB
Autor: Dr. José Jairo Torres Bocanegra M.V. Zoosalud.
La gastroenterohepatopatÌa por artrópodos (GEHMB) es un síndrome producido por la ingesta del cucarrón ROTAGAY o MAYITOS (Manopus Biguttatus).
Este síndrome se presenta cada dos años (impares), debido al ciclo de vida de este artrópodo.
Afecta principalmente a caninos y aves de corral. Ha sido descrito en la zona rural de la sabana de Bogotá-Colombia- Sur América.
Los caninos que consumen el artrópodo se encuentran entre los 2 meses y los 3 años de edad.
En hembras gestantes hay muerte fetal.
Muy posiblemente este artrópodo puede contener una toxina que es la causante de la gastroenterohepatopatía (GEHMB).
Sintomatología:
Pérdida de apetito (anorexia o inapetencia) de varios días, no presenta fiebre.
Se observa decaimiento, vómito, diarrea color oscura-negra, adelgazamiento, deshidratación, ictericia, hemorragias en encías (víbices), intususcepción, hemorragias en sistema gastrointenstinal por alteración del metabolismo hepático.
Ademas de los miembros principalmente en los anteriores presentando ulceración por aumento de la presión sistémica periférica, y muerte.
Diagnóstico:
Entre los hallazgos de laboratorio; el hemograma reporta leucocitosis con desviación a la izquierda regenerativa.
Incremento de la SGPT, SGOT, fosfatasa alcalina y bilirrubinas total y directa. Es de etiología idiopática, de acuerdo con los reportes de necropsia se produce una hepatitis tóxica. (I.C.A)
Diagnóstico diferenciales:
Entre los diagnósticos diferenciales se encuentran parvovirosis, campilobacter, moquillo, intoxicación con anticuagulantes, leptospira, erlichia, coccidias, pancreatitis y colangiohepatitis.
Tratamiento:
Corrección del desequilibrio hidroelectrolítico con solución de lactato o dextrosa al 5% en solución salina.
Se recomienda el uso de antibióticos de amplio espectro como la doxicilina para prevenir el aumento de flora bacteriana.
Metoclopramida como estimulante del apetito y para el vómito. Protectores hepáticos, complejo B, vitamina C, furosemida, vitamina K y dietas de prescripción, y homo toxicología.
Medidas profilácticas:
Se deben encerrar los animales propensos a este consumo observando el vuelo de estos artrópodos entre las 4 p.m. y 7 p.m.
Es bueno apagar fuentes de luz en la noche, adicionar aceite mineral con las comidas, recoger los cucarrones adheridos en las paredes y caídos en el suelo.
Pronóstico:
Depende del consumo de cucarrones y la prontitud de la visita al veterinario para iniciar con la terapia. Después de salir del primer tratamiento una recaída puede ser mortal.
Nota del autor:
Basado en la práctica médica veterinaria durante 10 años impares tratando en promedio unos 50 pacientes.
Es importante conocer la causa del síndrome mediante estudios del agente injuriante, el cucarrón, y su ciclo evolutivo con relación a los diferentes ambientes y etapas donde se desarrollan.